Una vez más A Todo Motor ha querido contar conmigo para narrar lo que se siente dentro de una de las mejores máquinas de Canarias.
Lo primero es agradecer a quien me ha dado la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores días de mi vida. Alfonso y Víctor quisieron brindarme la posibilidad de disputar el rally de casa en el Porsche 911 997 GT3 y la verdad es que ha sido un maravilloso regalo.
Las primeras sensaciones fueron en la tarde del viernes. La nueva ubicación del rally en el C.C. Las Terrazas ha sido todo un acierto por parte de la escudería Telde. Ha sido increíble la cantidad de público durante todo el fin de semana pero especialmente en la ceremonia de salida. Al hecho de subirme por primera vez en el Porsche se le añadía el espectacular pasillo humano que nos llevaba hasta el parque cerrado ubicado en el parking interior. Primer paso cumplido, los nervios quedaban atrás y empezaba lo bueno.
Por el camino da tiempo de percibir muchas cosas. No hay un segundo de respiro pues parece que no existen rectas. Las que hay son devoradas a una velocidad brutal por el Porsche. En muy poco tiempo estamos en el cruce de Lomo Magullo y un bote nos hace dar un pequeño salto pero a gran velocidad que nos hace estremecer. A partir de este punto empiezan curvas de menor radio y que unido a lo frío del asfalto nos lleva a ofrecer grandes derrapadas al público. Espectacular y poco efectivo de cara al crono pero es prácticamente imposible sujetar la caballería. Llegamos a meta habiendo pasado por pendientes que cualquier coche notaría pero que para este parecen simples llanos en los que recorrer metros y más metros.
Terminado el tramo más favorable llegamos al extremo opuesto. Es muy complicado de llevar un coche de estas dimensiones y con tanta potencia por una carretera tan estrecha y con curvas tan lentas. La gran cantidad de horquillas que se encuentran en este tramo son un duro hándicap que nos hace perder otro buen puñado de segundos.
Ya sólo nos falta por descubrir que tal nos irá en la nueva versión de otro clásico de este rally, Cuatro Puertas. La salida está en una pendiente con gran desnivel y esto hace que sea bastante complicada. Nada más comenzar se cumplen los pronósticos. La zaga empieza a moverse a un lado y al otro y nos lleva bastantes metros conseguir ponerlo recto. La primera parte es complicada y una vez pasado el cruce de Cercado Grande, con el asfalto nuevo, empieza una zona rapidísima pero que patina lo suficiente para no poder ir todo lo rápido que nos gustaría.
Las sensaciones son mejores. Ahora que estoy más acoplado da tiempo de disfrutar aún más de todo lo vivido. Además estamos yendo más rápido que en la pasada anterior y conseguimos rebajar el crono. Aun así no es imposible ganar a Toñi y ya empieza a ponerse cuesta arriba la victoria. La actitud sigue siendo la misma para los dos tramos siguientes.
Volvemos a salir al ataque en La Pasadilla, frenamos más tarde, corremos más, pero al llegar a cada curva lenta toca sufrir otra vez. En Cuatro Puertas estos ataques hacen que en ciertas curvas largas las derrapadas fueran más que considerables pues el calor hacia que el asfalto patinara aún más que en la primera sección.
Termina esta segunda sección. Toca reponer fuerzas y replantear el rally. La diferencia es prácticamente insalvable salvo error de nuestro rival. No por ello hemos de aminorar el ritmo pues esto conllevaría cometer errores.
El trámite de la tercera sección es llevado de manera diferente. Cada derrapada es alargada un poco más pues ahora no hay la necesidad de arañar cada décima y en algunos sitios, en especial Cuatro Puertas, se enlazan varias curvas seguidas completamente de costado. Es una sensación increíble el notar como yendo completamente de costado el motor sigue empujando y es capaz de llevar al coche de lado mientras avanza.
La victoria no se ha podido conseguir pues Toñi y Rubén han hecho un gran rally y no queda otra más que felicitarlos por la gran carrera. Y eso precisamente hacemos en el control stop del último tramo.
El día ha terminado, toca contar las vivencias, recibir felicitaciones y darlas a los compañeros. Desde aquí quiero agradecer las numerosas muestras de afecto y felicitaciones recibidas durante este fin de semana. Tanto a compañeros, amigos, familia, como a todos esos aficionados que con su aplauso nos han animado en este día tan especial para mí. Ahora toca centrarse en una segunda parte de la temporada donde está en juego mi verdadero objetivo para esta temporada, que no es otro que el ser Campeón de Canarias de la categoría R2 junto a Enrique Cruz.
Lo primero es agradecer a quien me ha dado la oportunidad de disfrutar de uno de los mejores días de mi vida. Alfonso y Víctor quisieron brindarme la posibilidad de disputar el rally de casa en el Porsche 911 997 GT3 y la verdad es que ha sido un maravilloso regalo.
Las primeras sensaciones fueron en la tarde del viernes. La nueva ubicación del rally en el C.C. Las Terrazas ha sido todo un acierto por parte de la escudería Telde. Ha sido increíble la cantidad de público durante todo el fin de semana pero especialmente en la ceremonia de salida. Al hecho de subirme por primera vez en el Porsche se le añadía el espectacular pasillo humano que nos llevaba hasta el parque cerrado ubicado en el parking interior. Primer paso cumplido, los nervios quedaban atrás y empezaba lo bueno.
El sábado a primera hora se ponen a punto los últimos detalles y se espera con ansia que se abra el parque cerrado. Tras la corta asistencia inicial partimos rumbo al primer tramo. Para empezar tenemos un tramo bastante conocido por todos, tanto canarios como peninsulares, pues en varias ocasiones ha sido tramo del rally de Canarias. Por si esto fuera poco, para mí es un tramo muy especial. En sus poco más de once kilómetros he tenido multitud de vivencias y prácticamente aprendí a conducir en él. Desde pequeño he soñado con competir en Las Breñas con los más grandes de nuestro deporte. Hoy ese día ha llegado, es el momento de recorrerlo de la manera más rápida posible. Cuando faltan diez segundos para las diez de la mañana un doble acelerón hace recorrer un escalofrío por el cuerpo. Termina la cuenta atrás y partimos hacia la meta ubicada en las proximidades de Cazadores.
Por el camino da tiempo de percibir muchas cosas. No hay un segundo de respiro pues parece que no existen rectas. Las que hay son devoradas a una velocidad brutal por el Porsche. En muy poco tiempo estamos en el cruce de Lomo Magullo y un bote nos hace dar un pequeño salto pero a gran velocidad que nos hace estremecer. A partir de este punto empiezan curvas de menor radio y que unido a lo frío del asfalto nos lleva a ofrecer grandes derrapadas al público. Espectacular y poco efectivo de cara al crono pero es prácticamente imposible sujetar la caballería. Llegamos a meta habiendo pasado por pendientes que cualquier coche notaría pero que para este parecen simples llanos en los que recorrer metros y más metros.
Terminado el tramo más favorable llegamos al extremo opuesto. Es muy complicado de llevar un coche de estas dimensiones y con tanta potencia por una carretera tan estrecha y con curvas tan lentas. La gran cantidad de horquillas que se encuentran en este tramo son un duro hándicap que nos hace perder otro buen puñado de segundos.
Ya sólo nos falta por descubrir que tal nos irá en la nueva versión de otro clásico de este rally, Cuatro Puertas. La salida está en una pendiente con gran desnivel y esto hace que sea bastante complicada. Nada más comenzar se cumplen los pronósticos. La zaga empieza a moverse a un lado y al otro y nos lleva bastantes metros conseguir ponerlo recto. La primera parte es complicada y una vez pasado el cruce de Cercado Grande, con el asfalto nuevo, empieza una zona rapidísima pero que patina lo suficiente para no poder ir todo lo rápido que nos gustaría.
Tras una primera sección de contacto se llega a la asistencia. Son once los segundos perdidos pero todavía queda mucho rally. Tras esa hora de parón volvemos al ataque. Repetimos mismos tramos pero con un calor que empieza a notarse camino del primer tramo.
Las sensaciones son mejores. Ahora que estoy más acoplado da tiempo de disfrutar aún más de todo lo vivido. Además estamos yendo más rápido que en la pasada anterior y conseguimos rebajar el crono. Aun así no es imposible ganar a Toñi y ya empieza a ponerse cuesta arriba la victoria. La actitud sigue siendo la misma para los dos tramos siguientes.
Volvemos a salir al ataque en La Pasadilla, frenamos más tarde, corremos más, pero al llegar a cada curva lenta toca sufrir otra vez. En Cuatro Puertas estos ataques hacen que en ciertas curvas largas las derrapadas fueran más que considerables pues el calor hacia que el asfalto patinara aún más que en la primera sección.
Termina esta segunda sección. Toca reponer fuerzas y replantear el rally. La diferencia es prácticamente insalvable salvo error de nuestro rival. No por ello hemos de aminorar el ritmo pues esto conllevaría cometer errores.
El trámite de la tercera sección es llevado de manera diferente. Cada derrapada es alargada un poco más pues ahora no hay la necesidad de arañar cada décima y en algunos sitios, en especial Cuatro Puertas, se enlazan varias curvas seguidas completamente de costado. Es una sensación increíble el notar como yendo completamente de costado el motor sigue empujando y es capaz de llevar al coche de lado mientras avanza.
La victoria no se ha podido conseguir pues Toñi y Rubén han hecho un gran rally y no queda otra más que felicitarlos por la gran carrera. Y eso precisamente hacemos en el control stop del último tramo.
Nos dirigimos hacia la llegada. Ha sido un día de grandes sensaciones pero aún esperan más. Llegados al C.C. Las Terrazas somos recibidos por familiares, amigos y público en general pero aún queda el último trámite, la ceremonia de llegada y entrega de premios. Foto con el equipo, trofeo y champán (para la próxima prometo practicar como descorchar la botella).
El día ha terminado, toca contar las vivencias, recibir felicitaciones y darlas a los compañeros. Desde aquí quiero agradecer las numerosas muestras de afecto y felicitaciones recibidas durante este fin de semana. Tanto a compañeros, amigos, familia, como a todos esos aficionados que con su aplauso nos han animado en este día tan especial para mí. Ahora toca centrarse en una segunda parte de la temporada donde está en juego mi verdadero objetivo para esta temporada, que no es otro que el ser Campeón de Canarias de la categoría R2 junto a Enrique Cruz.