Bisha será en esta ocasión el punto de partida del rally más duro del mundo con una etapa prólogo de 58 kilómetros para abrir boca y seguir con su labor social de concienciación de la importancia de la detección precoz del cáncer de mama, tanto en mujeres como en hombres.
Todo a punto para que arranque una nueva edición del Dakar, la tercera para la expedición Dakar por la Vida y la segunda para el Elefante Rosa de Rafa Lesmes que consiguió el año pasado hacer historia al alzarse con el entorchado de campeón en la categoría de camiones del Dakar Classic. El experimentado piloto grancanario acudirá en esta ocasión acompañado en la cabina del camión por Tabatha Romon y Albert Casabona.
Defender ese título de campeón sobre las arenas del desierto saudí es un objetivo secundario para la expedición canaria, que mantiene su objeto social de concienciación de la importancia de la detección precoz del cáncer de mama en mujeres y hombres, utilizando el impacto visual de ver un camión pintado de un intenso color rosa, con un punto azul en su costado que representa el porcentaje menor en proporción con respecto al femenino, sobre las ocres arenas del desierto, como reclamo para hacer llegar su mensaje a todos los rincones del planeta, gracias a la plataforma que le otorga la carrera más dura y conocida del mundo.
El propio nombre de la expedición canaria, Dakar por la Vida, es el fiel reflejo de su principal objetivo, que no es otro más que el de salvar vidas, porque una detección precoz es fundamental para combatir el cáncer.
Un nuevo y exigente recorrido
Terminar el Dakar Classic ya es de por si un éxito, porque permite al Elefante Rosa difundir su mensaje durante el máximo tiempo posible.
Para Rafa Lesmes y su equipo es un objetivo secundario la defensa del título conquistado en la última edición, la de su debut en la categoría de camiones, ya qué aunque se trate de otra edición del Dakar Classic el recorrido es totalmente nuevo y al igual que el resto de competidores parte de cero, en una categoría en auge y que es una de las que más está creciendo en los últimos tiempos, por su intención de recuperar el espíritu aventurero del viejo París-Dakar.
Cerca de 8.000 kilómetros de recorrido, 5.000 de los cuales se corresponden con las especiales, podrán a prueba la pericia de los participantes, que se enfrentarán a los peligros de las dunas y de las rocas, en una carrera de resistencia sin igual que sigue siendo la más seguida y temida del mundo.
La máquina
Rafa Lesmes: “El proyecto social se ha comido el deportivo en estos dos años”
Tras renunciar a participar en la etapa de Sudamérica, regresó al rally más duro del mundo en la edición de Arabia Saudí de 2023 con un boggie -problemas mecánicos le obligaron a abandonar en el ecuador de la carrera- y el año pasado repitió debutando en la categoría de camiones con la que la conquistó el título.
Lesmes afirma que “ya estamos preparados, el domingo partió Albert para Arabia Saudí, ya que él como mecánico va a ser el encargado de recoger el camión en el puerto de Yeddah y llevarlo al primer campamento, que se encuentra a unos 400 kilómetros de distancia, donde estaremos algunos días”. “Nosotros volamos directamente el martes a un aeropuerto cercano a ese campamento”, explica.
El piloto canario estima que “estamos preparados, pero el Dakar es tan largo y van a suceder tantas cosas que al final el planteamiento que tenemos siempre es el mismo, ir día a día, intentar no perdernos, sortear las trampas que la carrera nos pone por delante, no pararnos y analizar en la jornada de descanso en que posición nos encontramos entonces y tomar decisiones respecto a la segunda semana que será tan dura como la primera”.
En cuanto a su condición de campeón lograda el año pasado, reconoce que “te da un puntito más de presión y estos días en las Islas Canarias todo el mundo estaba deseándonos mucha suerte, poco menos que dando por hecho que vamos a revalidar ese título, pero yo sigo con los pies en el suelo diciendo que no hay nada hecho, que esto es muy duro, que los demás son igual de buenos que nosotros y que lo único que podemos hacer es plantearnos la carrera día a día y no alejarnos de los puestos de cabeza”. “Vamos a tener mucha calma, son 15 días y vamos a ir día a día”, recalca.
Respecto al cambio de recorrido con respecto al del año pasado, estima que “va a haber de todo, Arabia Saudí es inmensamente grande, prácticamente recorremos todo el país, de occidente a oriente y cruzando en diagonal, aunque a priori pienso que el recorrido va a ser muy similar al del año pasado, con mucha piedra, mares de dunas inmensos pero preciosos, similar, pero al final diferente, porque al ser tan grande no tienen la necesidad de repetir tramos y aunque las repitiéramos las hicimos hace un año, una vez sola y es imposible acordarte de ellas”. “Lo importante es que los tramos son novedosos para todos, nadie ha podido entrenar y eso es algo que nos beneficia a nosotros, porque hay otras personas que no están tan acostumbradas a improvisar y quizás van con menos seguridad, pero a mí me da igual, porque por donde tengo que pasar tienen que hacerlo los demás y con eso me conformo, porque la carrera va poniendo a todos en su sitio”, aclara.
Para Rafa Lesmes “lo que empezó siendo un proyecto deportivo al que sumé de forma voluntaria el llevar los colores y el mensaje de la fundación canaria Carrera por la Vida, de la detección precoz del cáncer de mama y al que después se unió, porque así lo decidí junto a Brigitte el punto azul, del cáncer de mama en hombres, una enfermedad muy desconocida en España, en dos años que ya lleva en marcha se ha comido al proyecto deportivo y lo digo con una enorme felicidad, respeto y orgullo”. “Conocer y ser embajadores de enfermas y enfermos de cáncer, saber que nos están siguiendo y que en ese drama que están viviendo las peripecias del Elefante Rosa les levantan una sonrisa y se sienten representados por nosotros, al equipo completo nos ha trastocado, ahora mismo el terminar y poder brindarle la enfermedad a los enfermos/as es la prioridad y si al final volvemos a lograr un buen resultado, no deja de ser una guinda en el pastel”.
Todo a punto para que arranque una nueva edición del Dakar, la tercera para la expedición Dakar por la Vida y la segunda para el Elefante Rosa de Rafa Lesmes que consiguió el año pasado hacer historia al alzarse con el entorchado de campeón en la categoría de camiones del Dakar Classic. El experimentado piloto grancanario acudirá en esta ocasión acompañado en la cabina del camión por Tabatha Romon y Albert Casabona.
Defender ese título de campeón sobre las arenas del desierto saudí es un objetivo secundario para la expedición canaria, que mantiene su objeto social de concienciación de la importancia de la detección precoz del cáncer de mama en mujeres y hombres, utilizando el impacto visual de ver un camión pintado de un intenso color rosa, con un punto azul en su costado que representa el porcentaje menor en proporción con respecto al femenino, sobre las ocres arenas del desierto, como reclamo para hacer llegar su mensaje a todos los rincones del planeta, gracias a la plataforma que le otorga la carrera más dura y conocida del mundo.
El propio nombre de la expedición canaria, Dakar por la Vida, es el fiel reflejo de su principal objetivo, que no es otro más que el de salvar vidas, porque una detección precoz es fundamental para combatir el cáncer.
Un nuevo y exigente recorrido
Bisha, con una etapa prólogo circular con una especial de 58 km y un total de 195 km será el pistoletazo de salida del nuevo Dakar Classic que contará con 12 exigentes etapas hasta llegar a Shubaytah, donde tendrá lugar el próximo viernes 17 de enero el final de la carrera.
Terminar el Dakar Classic ya es de por si un éxito, porque permite al Elefante Rosa difundir su mensaje durante el máximo tiempo posible.
Para Rafa Lesmes y su equipo es un objetivo secundario la defensa del título conquistado en la última edición, la de su debut en la categoría de camiones, ya qué aunque se trate de otra edición del Dakar Classic el recorrido es totalmente nuevo y al igual que el resto de competidores parte de cero, en una categoría en auge y que es una de las que más está creciendo en los últimos tiempos, por su intención de recuperar el espíritu aventurero del viejo París-Dakar.
Cerca de 8.000 kilómetros de recorrido, 5.000 de los cuales se corresponden con las especiales, podrán a prueba la pericia de los participantes, que se enfrentarán a los peligros de las dunas y de las rocas, en una carrera de resistencia sin igual que sigue siendo la más seguida y temida del mundo.
La máquina
El Elefante Rosa es un Mercedes-Benz 1844, provisto de un motor V8 bi-turbo de 16000cc, provisto de una potencia de 690 cv, con el chasis original de la marca germana, al que se le han añadido unas zapatas flotantes sobredimensionadas en su sistema de frenos y una suspensión King shocks de cuatro vías.
Rafa Lesmes: “El proyecto social se ha comido el deportivo en estos dos años”
El piloto grancanario afronta su quinta participación en el Dakar, tras disputar en África los dos primeros en 2004 -tuvo que retirarse por una rotura en el motor- y 2007 -cruzó la línea de meta en el mítico Lago Rosa-.
Tras renunciar a participar en la etapa de Sudamérica, regresó al rally más duro del mundo en la edición de Arabia Saudí de 2023 con un boggie -problemas mecánicos le obligaron a abandonar en el ecuador de la carrera- y el año pasado repitió debutando en la categoría de camiones con la que la conquistó el título.
Lesmes afirma que “ya estamos preparados, el domingo partió Albert para Arabia Saudí, ya que él como mecánico va a ser el encargado de recoger el camión en el puerto de Yeddah y llevarlo al primer campamento, que se encuentra a unos 400 kilómetros de distancia, donde estaremos algunos días”. “Nosotros volamos directamente el martes a un aeropuerto cercano a ese campamento”, explica.
El piloto canario estima que “estamos preparados, pero el Dakar es tan largo y van a suceder tantas cosas que al final el planteamiento que tenemos siempre es el mismo, ir día a día, intentar no perdernos, sortear las trampas que la carrera nos pone por delante, no pararnos y analizar en la jornada de descanso en que posición nos encontramos entonces y tomar decisiones respecto a la segunda semana que será tan dura como la primera”.
En cuanto a su condición de campeón lograda el año pasado, reconoce que “te da un puntito más de presión y estos días en las Islas Canarias todo el mundo estaba deseándonos mucha suerte, poco menos que dando por hecho que vamos a revalidar ese título, pero yo sigo con los pies en el suelo diciendo que no hay nada hecho, que esto es muy duro, que los demás son igual de buenos que nosotros y que lo único que podemos hacer es plantearnos la carrera día a día y no alejarnos de los puestos de cabeza”. “Vamos a tener mucha calma, son 15 días y vamos a ir día a día”, recalca.
Respecto al cambio de recorrido con respecto al del año pasado, estima que “va a haber de todo, Arabia Saudí es inmensamente grande, prácticamente recorremos todo el país, de occidente a oriente y cruzando en diagonal, aunque a priori pienso que el recorrido va a ser muy similar al del año pasado, con mucha piedra, mares de dunas inmensos pero preciosos, similar, pero al final diferente, porque al ser tan grande no tienen la necesidad de repetir tramos y aunque las repitiéramos las hicimos hace un año, una vez sola y es imposible acordarte de ellas”. “Lo importante es que los tramos son novedosos para todos, nadie ha podido entrenar y eso es algo que nos beneficia a nosotros, porque hay otras personas que no están tan acostumbradas a improvisar y quizás van con menos seguridad, pero a mí me da igual, porque por donde tengo que pasar tienen que hacerlo los demás y con eso me conformo, porque la carrera va poniendo a todos en su sitio”, aclara.
Para Rafa Lesmes “lo que empezó siendo un proyecto deportivo al que sumé de forma voluntaria el llevar los colores y el mensaje de la fundación canaria Carrera por la Vida, de la detección precoz del cáncer de mama y al que después se unió, porque así lo decidí junto a Brigitte el punto azul, del cáncer de mama en hombres, una enfermedad muy desconocida en España, en dos años que ya lleva en marcha se ha comido al proyecto deportivo y lo digo con una enorme felicidad, respeto y orgullo”. “Conocer y ser embajadores de enfermas y enfermos de cáncer, saber que nos están siguiendo y que en ese drama que están viviendo las peripecias del Elefante Rosa les levantan una sonrisa y se sienten representados por nosotros, al equipo completo nos ha trastocado, ahora mismo el terminar y poder brindarle la enfermedad a los enfermos/as es la prioridad y si al final volvemos a lograr un buen resultado, no deja de ser una guinda en el pastel”.