El Dakar es un duro desafío para equipos, pilotos y máquinas. Isidre Esteve y el Repsol Toyota Rally Team han superado su reto particular este domingo, en la primera parte de la crono de 48 horas. El piloto ilerdense y su copiloto Txema Villalobos han conseguido despachar 608 de los 967 kilómetros cronometrados totales en la primera tirada. El piloto de Repsol, MGS Seguros y TOYOTA GAZOO Racing Spain arrastra un fuerte constipado, pero ha podido pilotar con buen ritmo el Toyota Hilux T1+ número 229. Partía 70º en el orden de salida, pero ha adelantado más de 40 posiciones y figura en el 24º puesto provisional de una de las consideradas etapas reina.
“Me encuentro un poco mejor, me estoy recuperando. Hemos podido llegar al kilómetro 600 de la crono de 48 horas, lo cual está muy bien. Estoy contento con el ritmo, he podido rodar más como a mí me gusta. El coche va muy bien y el equipo está trabajando estupendamente”, relata el piloto de Oliana.
En esta primera parte, los equipos han partido por la mañana y, a la puesta del sol, han tenido que detenerse en uno de los seis vivacs repartidos por el recorrido, para completar la especial al día siguiente. El Repsol Toyota Rally Team ha invertido 7 horas y media en alcanzar el kilómetro 608, el cuarto campamento previsto. El puñado de coches que ha precedido a Isidre Esteve apenas ha llegado al quinto, 18 kilómetros más adelante.
Este lunes, el Repsol Toyota Rally Team tiene otros 359 kilómetros cronometrados por delante para completar la crono de 48 horas, de vuelta a Bisha. Sobre un terreno similar, con pistas y dunas rotas, Isidre Esteve confía en seguir recuperando el tono competitivo.
“Me encuentro un poco mejor, me estoy recuperando. Hemos podido llegar al kilómetro 600 de la crono de 48 horas, lo cual está muy bien. Estoy contento con el ritmo, he podido rodar más como a mí me gusta. El coche va muy bien y el equipo está trabajando estupendamente”, relata el piloto de Oliana.
La crono de 48 horas, una novedad de la pasada edición que este año se ha adelantado a la segunda jornada de la prueba, elevando el nivel de exigencia para la nutrida caravana de valientes deseosos de doblegar a la carrera más dura del motorsport. Por si fuera poco, la distancia total cronometrada era de 967 kilómetros (casi el doble que en 2024), a recorrer durante dos jornadas, este domingo, día 5, y el lunes, día 6, en bucle alrededor de Bisha.
En esta primera parte, los equipos han partido por la mañana y, a la puesta del sol, han tenido que detenerse en uno de los seis vivacs repartidos por el recorrido, para completar la especial al día siguiente. El Repsol Toyota Rally Team ha invertido 7 horas y media en alcanzar el kilómetro 608, el cuarto campamento previsto. El puñado de coches que ha precedido a Isidre Esteve apenas ha llegado al quinto, 18 kilómetros más adelante.
La especial constaba de pistas de terreno variado y los primeros cordones de dunas. Debido a su retrasada posición de salida, Isidre Esteve ha tenido que bregar con el polvo al principio, pero pronto ha podido empezar a dar gas de verdad. “Salíamos muy atrás y los primeros 80 kilómetros hemos tenido mucho polvo. No podíamos correr, pero hemos empezado a adelantar gente y, hacia el kilómetro 100, ya hemos podido rodar bien y rápido. Repito, estoy contento por el ritmo, tengo mucha confianza en encontrarme bien y poder pilotar como me gusta. Seguro que así podré correr mucho más, con un ritmo cada vez más alto”, asevera el piloto, veterano de 20 ediciones del Dakar.
Este lunes, el Repsol Toyota Rally Team tiene otros 359 kilómetros cronometrados por delante para completar la crono de 48 horas, de vuelta a Bisha. Sobre un terreno similar, con pistas y dunas rotas, Isidre Esteve confía en seguir recuperando el tono competitivo.