Laia Sanz ya está en casa después de finalizar prematuramente su 15ª participación en el Rally Dakar 2025. A su llegada al aeropuerto de Barcelona, la piloto de KH-7 no ha ocultado el disgusto por su abandono en la primera etapa, pero se ha mostrado convencida de que volverá el próximo año con más determinación si cabe.
“Tengo muchas ganas de volver, más que nunca. Quiero pensar que lo que ha pasado ha sido por algún motivo que todavía desconozco. Pero en cualquier caso, ha provocado que tenga todavía más hambre de volver, de prepararme bien y de hacerlo bien”, ha afirmado.
Después de un 2024 en el que no pudo disfrutar de toda la preparación que hubiera deseado, la pluricampeona española confía en sus posibilidades de éxito en las próximas ediciones del Dakar: “Aunque son momentos duros, la motivación sigue siendo alta. Llego con la sensación de que no lo he dicho todo en esta carrera, que puedo conseguir un buen resultado en coches. El camino está costando, pero a veces las cosas son así. Hay que seguir trabajando e insistiendo”.
La de Corbera de Llobregat, que se ha reencontrado con sus padres y amigos en el aeropuerto, emprendió el camino de regreso a España este pasado domingo desde Arabia Saudí, tras despedirse de los mecánicos del equipo SRT y Century y recorrer por carretera los 550 kilómetros entre Bisha y Jeddah, desde donde ha tomado un primer vuelo a Doha, para proseguir luego hasta Barcelona.
De hecho, Laia Sanz seguía pensando en el accidente que tuvo en la primera etapa del rally, que terminó en exclusión por motivos de seguridad al quedar ligeramente dañadas las barras de protección de su coche.
“Lo que más rabia me da es saber que teníamos el ritmo. Creo que, siendo realistas, podíamos ganar la categoría. Ahora es muy fácil decirlo, pero creo que los tiempos así lo demostraban. En la etapa, incluso con problemas, íbamos entre los veintitantos en la clasificación, sin apretar para nada. Y sobre todo, da rabia haber tenido el vuelco sin estar apretando. No estábamos luchando por un buen resultado de etapa, estábamos salvando el día, con el cambio de marchas roto, y con la filosofía de sobrevivir. Al final, todo se reduce a una piedra que no vimos”.
Sea como sea, el Dakar 2025 ya es historia para Laia Sanz. Empieza la preparación para la edición 2026.
“Tengo muchas ganas de volver, más que nunca. Quiero pensar que lo que ha pasado ha sido por algún motivo que todavía desconozco. Pero en cualquier caso, ha provocado que tenga todavía más hambre de volver, de prepararme bien y de hacerlo bien”, ha afirmado.
Después de un 2024 en el que no pudo disfrutar de toda la preparación que hubiera deseado, la pluricampeona española confía en sus posibilidades de éxito en las próximas ediciones del Dakar: “Aunque son momentos duros, la motivación sigue siendo alta. Llego con la sensación de que no lo he dicho todo en esta carrera, que puedo conseguir un buen resultado en coches. El camino está costando, pero a veces las cosas son así. Hay que seguir trabajando e insistiendo”.
La de Corbera de Llobregat, que se ha reencontrado con sus padres y amigos en el aeropuerto, emprendió el camino de regreso a España este pasado domingo desde Arabia Saudí, tras despedirse de los mecánicos del equipo SRT y Century y recorrer por carretera los 550 kilómetros entre Bisha y Jeddah, desde donde ha tomado un primer vuelo a Doha, para proseguir luego hasta Barcelona.
“Ha sido un viaje duro. Son muchas horas para pensar, para darle vueltas, pero al final ya no sirve de nada torturarme. Mucha gente me ha dicho que sacaré alguna cosa positiva de esto... Yo ahora mismo no lo veo, pero seguro que será diferente en unos días. No queda más que seguir trabajando para volver el año que viene más fuertes”, ha insistido.
De hecho, Laia Sanz seguía pensando en el accidente que tuvo en la primera etapa del rally, que terminó en exclusión por motivos de seguridad al quedar ligeramente dañadas las barras de protección de su coche.
“Lo que más rabia me da es saber que teníamos el ritmo. Creo que, siendo realistas, podíamos ganar la categoría. Ahora es muy fácil decirlo, pero creo que los tiempos así lo demostraban. En la etapa, incluso con problemas, íbamos entre los veintitantos en la clasificación, sin apretar para nada. Y sobre todo, da rabia haber tenido el vuelco sin estar apretando. No estábamos luchando por un buen resultado de etapa, estábamos salvando el día, con el cambio de marchas roto, y con la filosofía de sobrevivir. Al final, todo se reduce a una piedra que no vimos”.
Sea como sea, el Dakar 2025 ya es historia para Laia Sanz. Empieza la preparación para la edición 2026.