El Dakar 2025 continúa siendo un desafío titánico para Eduard Pons y Jaume Betriu. Tras un inicio marcado por problemas mecánicos y una gripe que condicionó a la dupla ilerdense en las primeras jornadas, el equipo catalán logró en la etapa de ayer –en plena maratón– su mejor resultado hasta la fecha: una séptima posición en la categoría Challenger, aunque dos pinchazos le privaron de luchar por el podio.
El Pons Rallysport ha empezado con muy buen ritmo los 428 kilómetros contra el crono entre Al-Ula y Ha"il, y ha llegado a rodar entre los cinco primeros de la categoría Challenger en los primeros compases de la especial. Sin embargo, un problema en la dirección del Taurus T3 Max de la estructura Nasser Racing, surgido cerca del kilómetro 100, ha puesto en jaque sus opciones en esta edición de la carrera más dura del mundo. La avería ha obligado al equipo a detenerse y emplear más de tres horas en su reparación, con el hándicap de tener que completar la especial de noche. Finalmente, ha terminado en la 41ª posición de la cronometrada y la 15ª de la clasificación general de su categoría.
“Hemos empezado muy bien el día, con muy buenas sensaciones. El coche funcionaba correctamente, pero alrededor del kilómetro 100 hemos notado que la dirección se endurecía y, a partir del 115, ya era prácticamente inconducible. Hemos llegado al kilómetro 130 y, allí, hemos tenido que parar, ya que estaba completamente rígida. La hemos engrasado, tal y como nos ha indicado el equipo, pero hemos tenido que emplear más de 3 horas para repararla. Hemos podido continuar y completar la etapa, pero el tiempo perdido ha sido muy considerable”, relata Pons.
Con este nuevo contratiempo, el piloto de Lleida suma otro capítulo a un Dakar lleno de altibajos. Con los problemas en el turbo del coche ya solucionados, la mecánica le respetó ayer, pero los pinchazos condicionaron el resultado final. Además, sin asistencia en el vivac, Pons y Betriu tuvieron que arreglar uno de los neumáticos ellos mismos, mientras que el camión de asistencia rápida les dejó el otro para poder completar la segunda parte de la maratón.
“Este tipo de días son muy duros, pero forman parte de la prueba. Ahora toca analizar lo ocurrido, descansar en la jornada de mañana y preparar el coche para volver a dar el máximo”, asegura el piloto.
Mañana viernes 10 de enero, la caravana del Dakar disfrutará de la más que merecida jornada de descanso en Ha"il, una pausa clave para que Pons y Betriu puedan recuperar fuerzas y poner a punto el vehículo antes de la reanudación de la carrera. El sábado 11, el desafío continuará con la larga sexta etapa, que tendrá un total de 829 km, con 605 cronometrados, y marcará el inicio de la segunda semana de competición, en la que todavía queda mucho por decidir.
El Pons Rallysport ha empezado con muy buen ritmo los 428 kilómetros contra el crono entre Al-Ula y Ha"il, y ha llegado a rodar entre los cinco primeros de la categoría Challenger en los primeros compases de la especial. Sin embargo, un problema en la dirección del Taurus T3 Max de la estructura Nasser Racing, surgido cerca del kilómetro 100, ha puesto en jaque sus opciones en esta edición de la carrera más dura del mundo. La avería ha obligado al equipo a detenerse y emplear más de tres horas en su reparación, con el hándicap de tener que completar la especial de noche. Finalmente, ha terminado en la 41ª posición de la cronometrada y la 15ª de la clasificación general de su categoría.
Con este nuevo contratiempo, el piloto de Lleida suma otro capítulo a un Dakar lleno de altibajos. Con los problemas en el turbo del coche ya solucionados, la mecánica le respetó ayer, pero los pinchazos condicionaron el resultado final. Además, sin asistencia en el vivac, Pons y Betriu tuvieron que arreglar uno de los neumáticos ellos mismos, mientras que el camión de asistencia rápida les dejó el otro para poder completar la segunda parte de la maratón.
Mañana viernes 10 de enero, la caravana del Dakar disfrutará de la más que merecida jornada de descanso en Ha"il, una pausa clave para que Pons y Betriu puedan recuperar fuerzas y poner a punto el vehículo antes de la reanudación de la carrera. El sábado 11, el desafío continuará con la larga sexta etapa, que tendrá un total de 829 km, con 605 cronometrados, y marcará el inicio de la segunda semana de competición, en la que todavía queda mucho por decidir.
