Eduard Pons ha completado una de las pruebas de fuego del Abu Dhabi Desert Challenge (ADDC): la etapa maratón, que se ha disputado entre la tercera y la cuarta jornada de competición. El piloto de Lleida, junto a su copiloto Jaume Betriu, ha cruzado la meta en la 11ª posición de la categoría Challenger, a menos de diez segundos del 10º, un resultado que le permite conservar la séptima plaza en la general.
Tras una tercera etapa caótica, marcada por una tormenta de arena, la segunda parte de la maratón ha supuesto un nuevo reto para los competidores, que han tenido que afrontarla sin asistencia mecánica y tras hacer noche en la intemperie. La especial del día ha contado con 394 kilómetros de recorrido total, con 300 cronometrados, y ha atravesado zonas de imponentes dunas. A pesar de las dificultades, Pons y Betriu han sabido gestionar la situación con solvencia, han mantenido un ritmo constante y han evitado contratiempos mayores en un terreno tan impredecible como el desierto emiratí.
El Taurus T3 Max de la estructura Nasser Racing sigue sin rendir debido a los problemas de refrigeración que arrastra desde el inicio del rally. Sin embargo, el equipo ha logrado completar una difícil jornada más y sumar valiosos kilómetros en condiciones extremas.
“Hoy ha sido una etapa muy exigente, sobre todo por las enormes dunas, donde la falta de presión del turbo nos ha limitado mucho y nos ha hecho perder un valioso tiempo. Aun así, hemos sabido gestionar la situación, evitar errores y asegurarnos de terminar el día sin contratiempos graves. No estamos pudiendo explotar todo el potencial del coche, pero seguimos aprendiendo, continuamos en carrera y cada día es un nuevo desafío que superamos en un terreno que no perdona. Sabíamos que este rally sería un reto, pero hay ciertas dificultades que escapan de nuestro control”, ha valorado Pons.
Mañana jueves, 27 de febrero, se disputará la quinta y última etapa del ADDC. Con un total de 365 kilómetros, de los cuales 167 serán contra el crono, el recorrido llevará a los participantes desde Mezaira"a hasta Abu Dhabi, donde concluirá esta exigente edición de la prueba. La jornada final presentará mucha arena, así como algunos sectores de dunas, antes de llegar a la línea de meta y poner el broche final a un rally que exige el máximo a todos los equipos.
Tras una tercera etapa caótica, marcada por una tormenta de arena, la segunda parte de la maratón ha supuesto un nuevo reto para los competidores, que han tenido que afrontarla sin asistencia mecánica y tras hacer noche en la intemperie. La especial del día ha contado con 394 kilómetros de recorrido total, con 300 cronometrados, y ha atravesado zonas de imponentes dunas. A pesar de las dificultades, Pons y Betriu han sabido gestionar la situación con solvencia, han mantenido un ritmo constante y han evitado contratiempos mayores en un terreno tan impredecible como el desierto emiratí.
“Hoy ha sido una etapa muy exigente, sobre todo por las enormes dunas, donde la falta de presión del turbo nos ha limitado mucho y nos ha hecho perder un valioso tiempo. Aun así, hemos sabido gestionar la situación, evitar errores y asegurarnos de terminar el día sin contratiempos graves. No estamos pudiendo explotar todo el potencial del coche, pero seguimos aprendiendo, continuamos en carrera y cada día es un nuevo desafío que superamos en un terreno que no perdona. Sabíamos que este rally sería un reto, pero hay ciertas dificultades que escapan de nuestro control”, ha valorado Pons.
