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Eduard Pons ha puesto punto final a su primera participación en el Abu Dhabi Desert Challenge (ADDC). Con Jaume Betriu a su derecha, ha concluido en una meritoria sexta plaza de la categoría Challenger, quinto entre los pilotos del Campeonato del Mundo FIA de Rally-Raid (W2RC). La quinta y última etapa, que ha unido Mezaira’a con Abu Dhabi, ha supuesto el broche a un rally marcado por los problemas técnicos y la dureza del desierto emiratí.
La jornada final, con 167 kilómetros cronometrados de un total de 365, ha presentado mucha arena y sectores de dunas que han puesto a prueba una vez más la resistencia de los equipos. Pons y Betriu han sabido gestionar la especial con solvencia para cruzar la línea de meta en octava posición en Challenger, esfuerzo que les ha servido para escalar en la clasificación general.
La mecánica no ha puesto las cosas nada fáciles a la dupla ilerdense, que ha tenido que lidiar con problemas de refrigeración en el Taurus T3 Max de la estructura Nasser Racing desde el inicio del rally. Pese a esto, ha logrado completar la complicada segunda cita del W2RC, clave para sumar experiencia en un escenario en el que acumula poco rodaje.
“Hoy hemos ido un poco mejor porque la etapa era más corta, las temperaturas más bajas y el equipo nos ha dado un poco más de presión en el turbo. El coche, con este pequeño extra, se ha comportado un poco mejor, pero le falta evolución, y eso nos ha restado competitividad frente a nuestros rivales. Aun así, nos quedamos con lo más importante, que es la experiencia acumulada y un resultado final con el que podemos estar muy satisfechos”, ha señalado Pons.
Tras su abandono forzado en el Rally Dakar, donde una grieta en el chasis tras un vuelco truncó sus opciones de completar la prueba, finalizar el ADDC ha supuesto un importante aprendizaje para seguir progresando en este tipo de terreno.
“El balance es positivo. Hemos logrado una quinta posición mundialista en un rally extremadamente exigente, la prueba con más arena y dunas de todo el campeonato, lo que lo convierte en un desafío técnico muy complejo. Todavía tengo que ganar más confianza en las dunas, pero en esta prueba he podido sumar un importante número de kilómetros”, ha concluido el piloto.
La jornada final, con 167 kilómetros cronometrados de un total de 365, ha presentado mucha arena y sectores de dunas que han puesto a prueba una vez más la resistencia de los equipos. Pons y Betriu han sabido gestionar la especial con solvencia para cruzar la línea de meta en octava posición en Challenger, esfuerzo que les ha servido para escalar en la clasificación general.
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“Hoy hemos ido un poco mejor porque la etapa era más corta, las temperaturas más bajas y el equipo nos ha dado un poco más de presión en el turbo. El coche, con este pequeño extra, se ha comportado un poco mejor, pero le falta evolución, y eso nos ha restado competitividad frente a nuestros rivales. Aun así, nos quedamos con lo más importante, que es la experiencia acumulada y un resultado final con el que podemos estar muy satisfechos”, ha señalado Pons.
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“El balance es positivo. Hemos logrado una quinta posición mundialista en un rally extremadamente exigente, la prueba con más arena y dunas de todo el campeonato, lo que lo convierte en un desafío técnico muy complejo. Todavía tengo que ganar más confianza en las dunas, pero en esta prueba he podido sumar un importante número de kilómetros”, ha concluido el piloto.