Un rally excepcionalmente organizado, con una afición numerosa y pilotos rápidos no podía defraudar, y la verdad es que ha sido una edición preciosa, con lucha por el triunfo hasta el último tramo.
Muchas incidencias como ya es habitual en Vigo, los pinchazos a la orden del día y las mecánicas muy exigidas. Los gallegos corrían en casa y estuvieron a la altura: General Scratch, Mitsubishi EVO Cup, Copa Suzuki y Trofeo Suzuki; todo para ellos y con autoridad.
Penalización y pinchazo dejaron fuera del podium a Fuster, cuando se penaliza está claro el culpable, cuando se pincha se puede achacar a la suerte. Por cierto Vallejo me confesó que su pinchazo fue un error suyo, no es habitual que los primeros espadas reconozcan errores. Se agradecen estos gestos, humanos al fin y al cabo.
La comidilla del Rally fue si con dos pasadas de recces se puede ir tan rápido como iba el grueso de los pilotos, un asunto que se debe tratar con seriedad, entre otras cosas para que el que respeta el reglamento no se sienta imbécil, y se anime a ser desleal la próxima carrera.
Vinyes manda en el campeonato, y no lleva un Porsche ni un Super 2000, creo que es justo reconocerle de nuevo su mérito, aunque no es menos cierto que ese liderato se le escapó a Jonathan, sin suerte esta vez, por culpa de una avería en el último tramo.
Próxima cita: Ourense en dos semanas, una antes en Pravia se corre históricos, un campeonato con encanto que otro día nos ocupará estas líneas.
Ofrecido por...
Muchas incidencias como ya es habitual en Vigo, los pinchazos a la orden del día y las mecánicas muy exigidas. Los gallegos corrían en casa y estuvieron a la altura: General Scratch, Mitsubishi EVO Cup, Copa Suzuki y Trofeo Suzuki; todo para ellos y con autoridad.
Penalización y pinchazo dejaron fuera del podium a Fuster, cuando se penaliza está claro el culpable, cuando se pincha se puede achacar a la suerte. Por cierto Vallejo me confesó que su pinchazo fue un error suyo, no es habitual que los primeros espadas reconozcan errores. Se agradecen estos gestos, humanos al fin y al cabo.
La comidilla del Rally fue si con dos pasadas de recces se puede ir tan rápido como iba el grueso de los pilotos, un asunto que se debe tratar con seriedad, entre otras cosas para que el que respeta el reglamento no se sienta imbécil, y se anime a ser desleal la próxima carrera.
Vinyes manda en el campeonato, y no lleva un Porsche ni un Super 2000, creo que es justo reconocerle de nuevo su mérito, aunque no es menos cierto que ese liderato se le escapó a Jonathan, sin suerte esta vez, por culpa de una avería en el último tramo.
Próxima cita: Ourense en dos semanas, una antes en Pravia se corre históricos, un campeonato con encanto que otro día nos ocupará estas líneas.
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