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Por tu propia Seguridad: Actúa y se responsable

No hay que olvidar que es un deporte de alto riesgo

Por tu propia Seguridad: Actúa y se responsable
Tras los últimos acontecimientos que se han sufrido en las pruebas automovilísticas tanto en la isla de Gran Canaria como en la isla de Tenerife, en los cuales se han saldado con daños físicos tanto para deportistas como para aficionados, algo hay que hacer, si se quiere seguir disfrutando de este deporte, que no hay que olvidar, es de alto riesgo.

Alto riesgo para los deportistas, que sabedores del mismo, gozan de unas medidas de seguridad que minimizan en gran medida los daños colaterales de un accidente/incidente propio de la competición.

¿Pero y los aficionados? ¿Que medidas de seguridad toman?. Últimamente hay una regla no escrita, en la que los propios encargados de la seguridad, recomiendan a que se abandonen las zonas críticas hasta el paso de la caravana de seguridad para evitar demoras en el cierre de los tramos, pero luego esas medidas se relajan un tanto.

Y por otro lado, a pesar de las severas advertencias de estos mismos encargados de la seguridad hacen a todos aquellos "aficionados" mal ubicados, de que no pueden estar ahí, pasan olímpicamente de tales recomendaciones y se rigen por una seguridad mal entendida, en la que prevalece aquello de que no va a pasar nada.

Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Espectáculos Públicos, se están viendo los organizadores en una nueva dimensión a la hora de la celebración de estos eventos, por la, a veces, mala o nula colaboración de cuantos acuden a presenciar, no lo olvidemos, espectáculo gratuito.
Por tu propia Seguridad: Actúa y se responsable

Por tu propia Seguridad: Actúa y se responsable
Pero no todo hay que achacárselo al mero aficionado, que tiene su propia responsabilidad y allá cada uno como la ejerce. Porque hay otros actores que tienen y deben implicarse más en el tema de la seguridad.

Se habla, escribe y se oye mucho en los últimos meses del ruido de sillas, con movimientos mediáticos y asamblearios de por medio, que no han dejado en muy buen lugar al colectivo gobernante de nuestro automovilismo y más suena a aquello de "quitate tu para ponerme yo" o aquel otro de "a mi no vas a quitar el pan de mis hijos", pero no se habla, ni se escribe ni se oye nada, salvo en las ruedas de prensa previas a cada una de las presentaciones, de las medidas de seguridad que se han de aplicar en todas y cada una de las pruebas.

Por no haber, no hay ni criterios fijos. Unos, como es el caso del Rally Islas Canarias, tienen una estrictas medidas de seguridad, con Delegado de Seguridad incluido y mandado por la Federación Española, que muchos solo nos acordamos de él cuando, cumpliendo con su deber y con su obligación, marca unas pautas mínimas de seguridad.

¿Y el resto del año? ¿No tienen el mismo riesgo tratándose de una prueba de Campeonato de España a una de rango inferior? El riesgo sigue siendo el mismo, e incluso diría que es mayor, por aquello de la menos experiencia de algunos participantes en pruebas de menor rango.

¿Que están tardando las federaciones (Provincial, Insular y Autonómica), en sentar a "TODOS" los organizadores, y elaborar, de acuerdo a la nueva ley, unas normas básicas de comportamiento. De todos. De los actores principales y de los secundarios. Aquí todos son necesarios. Aquí no sobra nadie, y nadie puede quedarse fuera de que este deporte siga siendo lo que es. Salvo que nos queramos cargar el chiringuito y dedicarnos a otra cosa, que a muchos, quizás demasiados, no les ha quedado mas remedio que optar, dado el aburrimiento que algunos han instaurado en el quehacer diario de este deporte.

Este deporte se merece algo más. Y este deporte, que es de alto riesgo y es gratuito, o se conduce con otros criterios o pronto estaremos presenciando su definitiva decadencia en Canarias, que de aquel slogan de "Tierra de Rallyes" ya poco le queda.
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