Con una regularidad pasmosa desde el principio, Paulo Gonçalves sabe que tiene intactas sus posibilidades de imponerse hasta alzarse con el título en Buenos Aires. De momento, misión cumplida este domingo entre Iquique y Uyuni con una segunda victoria en el Dakar que lo mantiene en la pugna por la general.
Con la ambición a flor de piel, Paulo Gonçalves se había mantenido al acecho durante la primera semana a la sombra del dúo de cabeza formado por Joan Barreda y Marc Coma, hasta que hoy ha decidido mostrar sus cartas en la fantástica etapa del Salar de Uyuni y se ha alzado con su primera victoria de etapa de 2015. A pesar de haber ganado a Coma in extremis por tan solo 14 segundos, esta victoria le ha garantizado que no crecieran los doce minutos de retraso frente a Barreda, líder indiscutible de la general. Cabe destacar que la primera parte de la etapa maratón no ha transcurrido como preveía el líder del clan Honda, ya que el castellonense ha caído a tierra en el km 200 de la especial y se le ha roto el manillar.
Obligado a protagonizar una auténtica heroicidad para terminar los 120 km que le quedaban de especial, Barreda ha visto mermada a la mitad la distancia que mantenía en la general y tendrá que ensuciarse las manos esta noche para arreglar la moto por sus propios medios, siempre contando con la solidaridad de sus compañeros de equipo para encontrar un manillar de repuesto.
Asi lo ha explicado Barreda: "Vas con cuidado, pero aun así no es suficiente. En el road book ponía «peligro», un badén, pero no decía si era un peligro 1, 2 o 3. Lo he visto bien, desde más de 100 metros, y he frenado, pero era un poco bajada y, con el barro, la moto ha deslizado, he chocado y he salido disparado por encima de la moto. Cuando ha caído la moto, se ha partido el manillar. Era el kilómetro 200, así que he tenido que hacer 120 kilómetros con una mano y con una navegación muy difícil. Además, se me ha parado la moto, no arrancaba, he perdido más de un minuto otra vez Eso sí, después he tenido un buen feeling y he venido a fondo con una mano. No sé, me he dicho: que sea lo que sea. Con la moto no hay problema, ahora la cambiaremos. Tenemos aquí un equipo grande. Ahora vamos a ducharnos, a comer un poco y después venimos a reparar esto".
Tras alzarse con un 12º puesto en su primer Dakar en 2014, Nelson Augusto Sanabria Galeano ocupaba una envidiable 7ª posición al salir de Iquique esta mañana. Por supuesto, la primera victoria del uruguayo lo ha cambiado todo, puesto que, en Uyuni, ha conseguido una ventaja de 5'46'' sobre el líder de la general, Rafał Sonik. Por su parte, el bravísimo Ignacio Casale termina con 11'37'' de retraso y la pierna lesionada.
En coches, el líder hoy lo ha pasado mal: "No ha sido que la etapa fuera difícil, ha sido la altitud. ¡He tenido que parar tres veces a vomitar! Y me dolía la cabeza lo que no está escrito, cada vez que pillábamos un bache. He perdido un poco de tiempo, pero tampoco es problema. Necesitamos apretar los dientes. El coche está en perfecto estado y solo le vamos a cambiar los neumáticos, hacerle algunos controles y ya a descansar, pero antes voy a pasarme por el servicio médico a que me ausculten".
Pero no ha sido el unico al que la ha afectado el mal de altura, pues a De Villiers le ha ocurrido otro tanto de la mismo: "A mí también me duele la cabeza, no ha sido nada fácil adaptarse a la altitud. Además, la etapa era un poco complicada y hacía falta estar concentrado. Hemos conseguido atrapar a Nasser después de 150 kilómetros más o menos, y después ha cometido un error y lo hemos adelantado. Entonces, hemos abierto la carrera y nos hemos equivocado tres o cuatro veces, pero siempre hemos corregido el rumbo antes de que nos rebasara. Todo bien y hemos borrado de un plumazo los 3 minutos de ventaja de Nasser. Puede pasar de todo. Queda mucha ruta, lo que incluye etapas dificilísimas después de la jornada de descanso. Cuanto más nos acerquemos a Nasser, más presión para él".
Con la ambición a flor de piel, Paulo Gonçalves se había mantenido al acecho durante la primera semana a la sombra del dúo de cabeza formado por Joan Barreda y Marc Coma, hasta que hoy ha decidido mostrar sus cartas en la fantástica etapa del Salar de Uyuni y se ha alzado con su primera victoria de etapa de 2015. A pesar de haber ganado a Coma in extremis por tan solo 14 segundos, esta victoria le ha garantizado que no crecieran los doce minutos de retraso frente a Barreda, líder indiscutible de la general. Cabe destacar que la primera parte de la etapa maratón no ha transcurrido como preveía el líder del clan Honda, ya que el castellonense ha caído a tierra en el km 200 de la especial y se le ha roto el manillar.
Obligado a protagonizar una auténtica heroicidad para terminar los 120 km que le quedaban de especial, Barreda ha visto mermada a la mitad la distancia que mantenía en la general y tendrá que ensuciarse las manos esta noche para arreglar la moto por sus propios medios, siempre contando con la solidaridad de sus compañeros de equipo para encontrar un manillar de repuesto.
Asi lo ha explicado Barreda: "Vas con cuidado, pero aun así no es suficiente. En el road book ponía «peligro», un badén, pero no decía si era un peligro 1, 2 o 3. Lo he visto bien, desde más de 100 metros, y he frenado, pero era un poco bajada y, con el barro, la moto ha deslizado, he chocado y he salido disparado por encima de la moto. Cuando ha caído la moto, se ha partido el manillar. Era el kilómetro 200, así que he tenido que hacer 120 kilómetros con una mano y con una navegación muy difícil. Además, se me ha parado la moto, no arrancaba, he perdido más de un minuto otra vez Eso sí, después he tenido un buen feeling y he venido a fondo con una mano. No sé, me he dicho: que sea lo que sea. Con la moto no hay problema, ahora la cambiaremos. Tenemos aquí un equipo grande. Ahora vamos a ducharnos, a comer un poco y después venimos a reparar esto".
En cuanto a Matthias Walkner, el austriaco ha vivido una jornada mucho más satisfactoria al alzarse con el tercer puesto a treinta segundos del vencedor. Adelanta así a Pablo Quintanilla y a Toby Price, cuya actuación confirma que las nuevas generaciones vienen pegando fuerte. Michael Metge ha sufrido una caída y termina a 39 minutos del vencedor.
Tras alzarse con un 12º puesto en su primer Dakar en 2014, Nelson Augusto Sanabria Galeano ocupaba una envidiable 7ª posición al salir de Iquique esta mañana. Por supuesto, la primera victoria del uruguayo lo ha cambiado todo, puesto que, en Uyuni, ha conseguido una ventaja de 5'46'' sobre el líder de la general, Rafał Sonik. Por su parte, el bravísimo Ignacio Casale termina con 11'37'' de retraso y la pierna lesionada.
En coches, el líder hoy lo ha pasado mal: "No ha sido que la etapa fuera difícil, ha sido la altitud. ¡He tenido que parar tres veces a vomitar! Y me dolía la cabeza lo que no está escrito, cada vez que pillábamos un bache. He perdido un poco de tiempo, pero tampoco es problema. Necesitamos apretar los dientes. El coche está en perfecto estado y solo le vamos a cambiar los neumáticos, hacerle algunos controles y ya a descansar, pero antes voy a pasarme por el servicio médico a que me ausculten".
Pero no ha sido el unico al que la ha afectado el mal de altura, pues a De Villiers le ha ocurrido otro tanto de la mismo: "A mí también me duele la cabeza, no ha sido nada fácil adaptarse a la altitud. Además, la etapa era un poco complicada y hacía falta estar concentrado. Hemos conseguido atrapar a Nasser después de 150 kilómetros más o menos, y después ha cometido un error y lo hemos adelantado. Entonces, hemos abierto la carrera y nos hemos equivocado tres o cuatro veces, pero siempre hemos corregido el rumbo antes de que nos rebasara. Todo bien y hemos borrado de un plumazo los 3 minutos de ventaja de Nasser. Puede pasar de todo. Queda mucha ruta, lo que incluye etapas dificilísimas después de la jornada de descanso. Cuanto más nos acerquemos a Nasser, más presión para él".