·
Noticias
Monsieur Dakar, Stéphane Peterhansel quiere su decimotercer Dakar. Y se lo está disputando a toda una leyenda como Sebastien Loeb, que en la etapa de hoy apretó pero no saco la suficiente diferencia, y se queda a cinco minutos y medio, lo cual hace pensar que con lo que queda de prueba, ya esto está sentenciado. Solo quedan 64 km. de especial en la jornada de mañana, pero no es muy probable que Peugeot arriesgue el triplete y no marque ya la pauta a seguir.
Los supervivientes solo les resta llegar mañana a Buenos Aires. Vivieron la aventura y ahora van a convertirse en héroes. Los últimos 64 kilómetros de la especial no tienen ninguna trampa simplemente hay que mantener la distancia, antes de disfrutar una llegada muy especial, ubicada en medio del bivac. Al final de un largo enlace, la ceremonia de podio de Buenos Aires tendrá lugar frente al Automóvil Club Argentino.
En motos, el británico Sam Sunderland (KTM) tiene todas las cartas para hacerse con su primer Dakar, tras las disputa de la undécima y penúltima etapa, que ganó el portugués Paulo Gonçalves (Honda) seguido por el español Joan Barreda (Honda), del que cada día que pasa siguen apareciendo noticias de lo mal que ha gestionado su equipo el asunto de la penalización que se le impuso y que ha tirado por tierra toda opción. La única opción española aparente pasa por Gerard Farrés, que se encontraba a 12 segundo de ocupar plaza de podium, pero una penalización al hasta ese momento tercero, Van Beveren, le catapulta a la tercera plaza provisional, con 48 segundos de ventaja. Laia Sanz es decimoquinta con solo dos segundos de ventaja sobre Duplessis.
Sam Sunderland ya se lo empieza a creer: "Hoy he estado más relajado. Estudié el roadbook y sabía que habría menos navegación que ayer. En la primera parte hubo bastante duna y en ese terreno me muevo como pez en el agua. Fue muy físico, pero estoy en forma e incluso atrapé a los pilotos que llevaba delante. Después hubo más caminos de montaña. Ahora a la izquierda, ahora a la derecha... En estos momentos tengo treinta minutos de ventaja. Preferiría que fueran tres horas, pero siempre es mejor que treinta segundos. Todo el equipo ha hecho un trabajo impresionante. Empiezo a hacerme a la idea, pero intento no pensar mucho en la victoria. Hay que mantener la concentración hasta mañana".
Los supervivientes solo les resta llegar mañana a Buenos Aires. Vivieron la aventura y ahora van a convertirse en héroes. Los últimos 64 kilómetros de la especial no tienen ninguna trampa simplemente hay que mantener la distancia, antes de disfrutar una llegada muy especial, ubicada en medio del bivac. Al final de un largo enlace, la ceremonia de podio de Buenos Aires tendrá lugar frente al Automóvil Club Argentino.