El piloto inglés solo ha necesitado tres carreras del presente Mundial para abrir distancia con respecto a sus rivales y tomar la directa hacia un nuevo título, sería el sexto en el cómputo global. El de Mercedes aventaja, tras la cita de China, en 31 puntos a Sebastian Vettel, su principal adversario por la corona.
Año nuevo, mismo panorama en el "Gran Circo". Mecánicamente, Mercedes carece otra vez de competitividad en la parrilla, lo cual significa un camino despejado para Hamilton hacia la leyenda y hacia la que sería su sexta antorcha. Por si quedaba alguna duda antes del inicio de la temporada, el británico se ha encargado de disolverla solo tres pruebas después de darse el pistoletazo de salida. Líder destacado de la general, el ex de McLaren ha reafirmado su candidatura. Segundo en Australia, Hamilton ha ascendido hasta lo más alto para superar a su compañero Valtteri Bottas con dos victorias, las cosechadas en Bahréin y en China.
Si en otras campañas Hamilton tuvo que recurrir a la remontada en la segunda mitad del campeonato, en esta pinta que la estrategia es otra. Al estilo de Marc Márquez en MotoGP, Hamilton no ha tardado en distanciarse del resto acumulando en tan solo tres pruebas un colchón de 31 puntos con respecto a Vettel, su máximo rival por el título en los años anteriores. Sobre el casillero del actual campeón posan ya 68 puntos, que se desglosan de la siguiente manera. Obtuvo 18 en el Gran Premio de Australia y 25 tanto en el circuito de Sakhir como en el de Shanghái. Con este nuevo planteamiento sobre el asfalto, el actual líder podría plantarse en el tramo final con los deberes hechos y viviendo de las rentas, a imagen y semejanza de Márquez. El catalán acostumbra a apretar al principio del curso para evitarse el tomar riesgos e imprudencias cuando se acerca el momento de tener que sacar la calculadora.
El paso del tiempo ha convertido a Hamilton también en un piloto más metódico y menos pasional, uno que domina la F1 a su antojo desde el privilegiado volante de un Mercedes. Con lo aprendido ahora dice que no se le hubiera escapado el título en 2007, ese que acabó en poder Kimi Raikkonen por culpa de la lucha de egos que mantuvo con Fernando Alonso de puertas hacia a dentro en McLaren. Más de una década después, un Hamilton más maduro suma cinco trofeos y va camino del sexto para situarse a solo uno de los siete de un tal Michael Schumacher. Actualmente, el de Stevenage empata en la segunda posición con el argentino Juan Manuel Fangio, pero parece que en breve se quedará solo en ese segundo peldaño del histórico.
Queda mucha película de la F1 de 2019 por delante y el guion puede dar un giro brusco en cualquier momento, aunque nada hace pensar en un final que no sea con Hamilton como ganador.
Año nuevo, mismo panorama en el "Gran Circo". Mecánicamente, Mercedes carece otra vez de competitividad en la parrilla, lo cual significa un camino despejado para Hamilton hacia la leyenda y hacia la que sería su sexta antorcha. Por si quedaba alguna duda antes del inicio de la temporada, el británico se ha encargado de disolverla solo tres pruebas después de darse el pistoletazo de salida. Líder destacado de la general, el ex de McLaren ha reafirmado su candidatura. Segundo en Australia, Hamilton ha ascendido hasta lo más alto para superar a su compañero Valtteri Bottas con dos victorias, las cosechadas en Bahréin y en China.
Si en otras campañas Hamilton tuvo que recurrir a la remontada en la segunda mitad del campeonato, en esta pinta que la estrategia es otra. Al estilo de Marc Márquez en MotoGP, Hamilton no ha tardado en distanciarse del resto acumulando en tan solo tres pruebas un colchón de 31 puntos con respecto a Vettel, su máximo rival por el título en los años anteriores. Sobre el casillero del actual campeón posan ya 68 puntos, que se desglosan de la siguiente manera. Obtuvo 18 en el Gran Premio de Australia y 25 tanto en el circuito de Sakhir como en el de Shanghái. Con este nuevo planteamiento sobre el asfalto, el actual líder podría plantarse en el tramo final con los deberes hechos y viviendo de las rentas, a imagen y semejanza de Márquez. El catalán acostumbra a apretar al principio del curso para evitarse el tomar riesgos e imprudencias cuando se acerca el momento de tener que sacar la calculadora.
El paso del tiempo ha convertido a Hamilton también en un piloto más metódico y menos pasional, uno que domina la F1 a su antojo desde el privilegiado volante de un Mercedes. Con lo aprendido ahora dice que no se le hubiera escapado el título en 2007, ese que acabó en poder Kimi Raikkonen por culpa de la lucha de egos que mantuvo con Fernando Alonso de puertas hacia a dentro en McLaren. Más de una década después, un Hamilton más maduro suma cinco trofeos y va camino del sexto para situarse a solo uno de los siete de un tal Michael Schumacher. Actualmente, el de Stevenage empata en la segunda posición con el argentino Juan Manuel Fangio, pero parece que en breve se quedará solo en ese segundo peldaño del histórico.
Queda mucha película de la F1 de 2019 por delante y el guion puede dar un giro brusco en cualquier momento, aunque nada hace pensar en un final que no sea con Hamilton como ganador.