El Rally Villa de Santa Brígida, celebrado este fin de semana y donde arrancó la temporada 2020 en Las Palmas, resultó ser más duro de lo previsto, donde los equipos tuvieron que dar el máximo para llegar a meta final.

Comenzando por el equipo compuesto por Antonio Estalella y Gustavo Martel, que, con el apoyo de Toyota Canarias, volvieron a disponer del Toyota Yaris GRMN, sufrieron mucho con los neumáticos y cuando estaban situados en la vigésimo cuarta posición de la general y primero en la N3, un inoportuno pinchazo le hizo perder todas sus opciones; “ha sido una pena, a pesar de los problemas de neumáticos que estábamos teniendo, cada vez nos sentíamos mejor con el Yaris, pero el pinchazo del sexto tramo, donde tuvimos que parar a cambiar la rueda, nos dejo fuera de conseguir un buen resultado” comentaba Estalella.En cuanto a David Sánchez y Juan Monzón, a los mandos de Renault Clio R3T de Rafael Afonso, fue la rotura de un palier el que los obligó al abandono, cuando estaba luchando por mantenerse entre los diez primeros clasificados de la prueba. “El coche de Rafael Afonso ha funcionado muy bien y si nosotros evolucionamos con el, creo que podremos hacer muy buenas clasificaciones” decía Sánchez.

Y en cuanto al equipo femenino compuesto por Alba García y Sara Valido que, debutaron a los mandos de un Opel Adam S N3 dentro de la nueva Copa Opel N3, lo hicieron muy bien y con seguridad, mejorando pasada a pasada sus tiempo, logrando clasificarse en la trigésimo octava posición, nada mal para su primera competición.

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