Jesús Calleja vuelve en 2022 al Rally Dakar, una de sus aventuras favoritas de todas en las que ha participado. El leonés, junto a su copiloto Edu Blanco, formará parte del Astara Team, una estructura a la que llega con mucha ilusión. Y es que no solo se trata de un paso adelante a nivel deportivo, sino que es un proyecto totalmente comprometido con la sostenibilidad gracias a la utilización de e-fuel.
Después de finalizar por primera vez el Dakar en 2020, este año Jesús se vuelve a marcar como objetivo principal disfrutar de la aventura y cruzar la meta el 14 de enero en Jeddah. El sueño es hacerlo entre los 25 primeros puestos, aunque sabe que no será sencillo cumplirlo, dada la enorme competitividad que existe.
En 2022 participas en tu quinto Dakar, ¿qué supone hacerlo con el Astara Team?
Supone, en cierto modo, volver a la normalidad después de no participar en la pasada edición. Regresamos en un año que será de transición en la carrera, con cambios importantes en la normativa y en los coches. Se empieza a vaticinar que todos los coches serán sostenibles en 2030, y eso es muy importante, porque nosotros hemos hecho nuestra apuesta y hemos puesto en marcha la que consideramos la mejor solución posible para correr a día de hoy.
Me atrevo a decir que el Astara Team es el mejor equipo español que ha competido en la historia del Dakar. Tenemos un coche rápido y fiable, que ha ganado etapas y títulos, y una estructura muy potente. Pero, más allá de eso, tenemos un fuerte compromiso con la sostenibilidad, y es un compromiso verdadero, basado en la utilización del e-fuel.
¿En qué consiste este novedoso tipo de combustible?
El combustible que utilizamos en los 01 Concept que pilotaremos mi compañero Óscar Fuertes y yo ha sido desarrollado en colaboración con un laboratorio, siguiendo un proceso que consiste en la obtención de un gas de síntesis mediante el uso de energías renovables. A continuación, ese gas de síntesis es sometido a sucesivos procesos químicos de transformación que dan como resultado un hidrocarburo líquido sintético fácil de usar, almacenar y transportar. Lo que sale del escape del coche es el CO2 que se ha capturado previamente, lo cual nos permite neutralizar la huella de carbono.
Para aquellos que no crean que esto es así, el propio equipo se someterá a una auditoría, que será realizada por una empresa externa, para documentar la huella de carbono en toda la carrera. No solo del coche, sino de la escudería al completo, teniendo en cuenta la ropa que usamos, comida, transporte... cuando finalicemos el Dakar y tengamos ese informe en la mano, compensaremos las emisiones con proyectos sostenibles. De esta forma, alcanzaremos la neutralidad en carbono.
Y a nivel deportivo, ¿cuál es el objetivo?
Cuando llegamos a meta en el Dakar 2020, lo hicimos en la vigesimonovena posición. Mi sueño es estar entre los 25 primeros, pero sé que no será una tarea sencilla, pues habitualmente en ese grupo se encuentran los pilotos que tienen el respaldo de una gran estructura, con la que corren a nivel profesional durante todo el año. Mi situación es distinta: tengo mi trabajo y el Dakar es, simplemente, una aventura que me apasiona.
Tienes como copiloto al experimentado Edu Blanco, ¿cómo es tu relación con él?
Somos muy amigos y me siento muy cómodo con él en el coche. Hizo falta muy poco para convencerle de que se uniera a este proyecto. Tenerle a mi lado me da mucha seguridad, porque conozco el gran nivel que tiene. Estoy muy contento con todas las piezas del proyecto: el equipo, el coche, Edu? ¡no cambiaría nada!
¿Es el Dakar una de las grandes aventuras en las que has participado a lo largo tu vida?
¡Sin duda! He recorrido el mundo, he realizado grandes expediciones, estado en lugares remotos, subido al Everest, ido al Polo Norte y al Polo Sur? y considero que el Dakar, sin duda alguna, está en el ‘top 10’ de todas las aventuras en las que he participado.
¿Te quedas con el Dakar de Arabia Saudí o con el de Sudamérica?
Arabia Saudí es un Dakar más salvaje, en el desierto puro, con lugares inexplorados donde no nos encontramos con nadie y la navegación es vital. En Sudamérica, en cambio, era prácticamente imposible perderte, pues era un territorio habitado. Personalmente, me quedo con Arabia Saudí sin duda.
Después de finalizar por primera vez el Dakar en 2020, este año Jesús se vuelve a marcar como objetivo principal disfrutar de la aventura y cruzar la meta el 14 de enero en Jeddah. El sueño es hacerlo entre los 25 primeros puestos, aunque sabe que no será sencillo cumplirlo, dada la enorme competitividad que existe.
En 2022 participas en tu quinto Dakar, ¿qué supone hacerlo con el Astara Team?
Supone, en cierto modo, volver a la normalidad después de no participar en la pasada edición. Regresamos en un año que será de transición en la carrera, con cambios importantes en la normativa y en los coches. Se empieza a vaticinar que todos los coches serán sostenibles en 2030, y eso es muy importante, porque nosotros hemos hecho nuestra apuesta y hemos puesto en marcha la que consideramos la mejor solución posible para correr a día de hoy.
Me atrevo a decir que el Astara Team es el mejor equipo español que ha competido en la historia del Dakar. Tenemos un coche rápido y fiable, que ha ganado etapas y títulos, y una estructura muy potente. Pero, más allá de eso, tenemos un fuerte compromiso con la sostenibilidad, y es un compromiso verdadero, basado en la utilización del e-fuel.
¿En qué consiste este novedoso tipo de combustible?
El combustible que utilizamos en los 01 Concept que pilotaremos mi compañero Óscar Fuertes y yo ha sido desarrollado en colaboración con un laboratorio, siguiendo un proceso que consiste en la obtención de un gas de síntesis mediante el uso de energías renovables. A continuación, ese gas de síntesis es sometido a sucesivos procesos químicos de transformación que dan como resultado un hidrocarburo líquido sintético fácil de usar, almacenar y transportar. Lo que sale del escape del coche es el CO2 que se ha capturado previamente, lo cual nos permite neutralizar la huella de carbono.
Para aquellos que no crean que esto es así, el propio equipo se someterá a una auditoría, que será realizada por una empresa externa, para documentar la huella de carbono en toda la carrera. No solo del coche, sino de la escudería al completo, teniendo en cuenta la ropa que usamos, comida, transporte... cuando finalicemos el Dakar y tengamos ese informe en la mano, compensaremos las emisiones con proyectos sostenibles. De esta forma, alcanzaremos la neutralidad en carbono.
Y a nivel deportivo, ¿cuál es el objetivo?
Cuando llegamos a meta en el Dakar 2020, lo hicimos en la vigesimonovena posición. Mi sueño es estar entre los 25 primeros, pero sé que no será una tarea sencilla, pues habitualmente en ese grupo se encuentran los pilotos que tienen el respaldo de una gran estructura, con la que corren a nivel profesional durante todo el año. Mi situación es distinta: tengo mi trabajo y el Dakar es, simplemente, una aventura que me apasiona.
Tienes como copiloto al experimentado Edu Blanco, ¿cómo es tu relación con él?
Somos muy amigos y me siento muy cómodo con él en el coche. Hizo falta muy poco para convencerle de que se uniera a este proyecto. Tenerle a mi lado me da mucha seguridad, porque conozco el gran nivel que tiene. Estoy muy contento con todas las piezas del proyecto: el equipo, el coche, Edu? ¡no cambiaría nada!
¿Es el Dakar una de las grandes aventuras en las que has participado a lo largo tu vida?
¡Sin duda! He recorrido el mundo, he realizado grandes expediciones, estado en lugares remotos, subido al Everest, ido al Polo Norte y al Polo Sur? y considero que el Dakar, sin duda alguna, está en el ‘top 10’ de todas las aventuras en las que he participado.
¿Te quedas con el Dakar de Arabia Saudí o con el de Sudamérica?
Arabia Saudí es un Dakar más salvaje, en el desierto puro, con lugares inexplorados donde no nos encontramos con nadie y la navegación es vital. En Sudamérica, en cambio, era prácticamente imposible perderte, pues era un territorio habitado. Personalmente, me quedo con Arabia Saudí sin duda.