Debido a las múltiples evoluciones técnicas aportadas por fabricantes y preparadores durante el año, la pugna por el título de la 44ª edición del Dakar estará muy reñida. Audi, con uno de los proyectos más ambiciosos, ha fichado a dos leyendas de la prueba, Stéphane Peterhansel y Carlos Sainz, para conducir su 4x4 híbrido RS Q e-tron, punta de lanza del programa "Dakar Future". Sin embargo, la marca alemana desconoce cómo encarará su vehículo 13 jornadas de carrera.
Nasser Al Attiyah, triple ganador del Dakar e invicto esta temporada, se presenta como líder del clan Toyota, que llega a la prueba con un Hilux altamente modificado, confiado también a Giniel De Villiers y a Yazeed Al Rajhi. Sébastien Loeb y Nani Roma podrían beneficiarse del nuevo reglamento para apuntar a lo más alto de la clasificación, si las mejoras aportadas por BRX al Hunter resultan ser eficaces.
Los coches que llevan demostrando su solidez técnica desde hace años podrían aprovechar la situación, como por ejemplo X-Raid con Jakub Przygonsky o incluso estructuras menos acostumbradas a los honores, que podrían cosechar algún éxito, aunque fuera en menor medida.
En materia de pronósticos, para designar a un gran favorito siempre se puede apostar por Stéphane Peterhansel. Desde su primera victoria en motos en 1991, "Mr Dakar" ha cosechado 14 trofeos en 29 participaciones, una tasa de éxito que roza el 50%, ¡siendo su último episodio victorioso el título de 2021! Sin embargo, en esta ocasión se impone cierta cautela ante el reflejo habitual: Peterhansel no ha perdido su dominio del volante, ni de la navegación y llega con el mismo ímpetu, pero se lanza a una aventura que él mismo ha definido como "su mayor reto". Audi ha asumido el proyecto de construir y desarrollar un primer vehículo con un motor alternativo capaz de ganar el Dakar en una visión a medio plazo. La marca alemana ha fichado como estrellas principales a Stéphane Peterhansel y a Carlos Sainz y se fija el objetivo de apuntar alto muy rápido con el RS Q e-tron, sin tampoco precipitarse. La historia de la disciplina nos muestra que los más ambiciosos rara vez han conseguido el éxito en el primer intento con tecnologías tradicionales: los ejemplos más recientes son los de Volkswagen y Peugeot. Razón de más para ser pacientes cuando se quiere llevar a cabo una revolución tecnológica.
La gran incógnita de la fiabilidad y el rendimiento de Audi hace que todas las miradas se giren hacia Toyota, que se ha labrado la reputación de una asombrosa constancia técnica en los años que ha empleado su Hilux. Sin embargo, el trío a la cabeza, conformado por Nasser Al Attiyah, Giniel De Villiers y Yazeed Al Rajhi, no tendrá las cosas fáciles. El cambio de reglamento que les permite, por ejemplo, contar con neumáticos más grandes (¡se acabó la pesadilla de los pinchazos continuos, Nasser!), así como con un recorrido de suspensión mayor ha conllevado la introducción de modificaciones importantes. En la línea de salida estará presente un vehículo que apenas ha recorrido algunos cientos de kilómetros en competición desde su primera salida en Marruecos. Sus rivales del Team BRX, que se estrenaron por todo la alto el año pasado, están en una situación similar. Misma causa, mismos efectos: la adaptación a la nueva categoría T1+ ha supuesto más pruebas que carreras. Sin embargo, Sébastien Loeb, Nani Roma y, por qué no, Orly Terranova acuden a la prueba para mejorar su quinta posición, obtenida por el antiguo campeón español el pasado mes de enero.
En este contexto, los Buggys del team X-Raid, ganadores de las dos últimas ediciones, se alzan como un valor seguro en la pugna por el título. Además, hay que tener en cuenta que se ha confiado uno de los dos a Jakub Przygonsky, asiduo al Top 5 desde su paso a los coches (4º en 2019 y 2021). Con este Buggy, el ganador ruso del Silk Way Rally Denis Krotov o el argentino Sebastian Halpern (9º en 2018) pasan a la gama superior, lo que podría propulsarles cerca del podio final. La incertidumbre reinante acrecienta también la ambición de las estructuras que rara vez entran en la batalla por los primeros puestos, pero que podrían aprovechar la ocasión para alcanzar el Top 5. Y no son pocos los posibles candidatos: el checo Martin Prokop, sexto en 2019 con su proto Ford, con suficiente experiencia ahora para apuntar más alto con el team Orlen; Mathieu Serradori aspira también al Top 5 con su buggy Century CR6; el team Abu Dhabi Racing se puede fijar igualmente ese objetivo con Cyril Despres y Sheikh Khalid Al Qassimi con dos DKR 3008 PH-Sport; Christian Lavieille lidera con entusiasmo (y con Johnny Aubert como copiloto) al equipo Optimus de MD Rallye Sport; Guerlain Chicherit desea volver al Top 10, esta vez con un vehículo que emplea un biocarburante... No faltan voluntarios ni merecedores... pero no habrá sitio para todos en el Top 10.
La lista de inscritos en la categoría motos augura duelos o batallas igual de emocionantes. Uno de los grandes favoritos será Kevin Benavides y su KTM, ganador del Dakar 2021, aunque tendrá que confirmar su estatus en enero frente a su compañero de equipo Matthias Walkner, campeón del mundo de las temporadas 2015 y 2021 y frente a antiguos ganadores del Dakar con motos austriacas, Toby Price y Sam Sunderland. Honda tampoco se quedará con los brazos cruzados y estará bien presente de la mano de Ricky Brabec, así como de su nuevo compañero en el equipo Pablo Quintanilla, con sus títulos de 2016 y 2017. Tanto unos como otros deberán hacer todo lo posible por lograr un buen resultado en las pistas y en las dunas saudíes, si desean conservar todas sus opciones.
La voluntad de medirse en un torneo a lo largo de todo el año concierne ante todo a los campeones, pero el rally raid también abre el apetito a pequeñas estructuras no oficiales que avanzan por el mismo terreno y que también participarán en la batalla. Las categorías T3 y T4 se prestan a su vez a confrontaciones en las que pueden destacar los amateurs. Los "Prototipos ligeros" de Cristina Gutiérrez (OT3-RedBull) o de Chaleco López (CanAm-South Racing) deberán mantener a raya a candidatos como Jean-Luc Pisson (PH-Sport) o Annett Fisher (Yamaha), listos para medirse en las 5 pruebas. En SSV, tampoco le faltarán rivales a Austin Jones (CanAm-South Racing) que tendrá que controlar a pilotos con vehículos equivalentes como el italiano Eugenio Amos o el joven lituano Rokas Baciuska.
Por último, el lanzamiento de esta nueva fórmula le brinda a la FIA la ocasión de crear una categoría propia para camiones, para la que se ha diseñado un nuevo reglamento. Dos equipos se posicionan como pioneros para impulsar la competición: el Big Shock Racing Team, con el checo Martin Macik a la cabeza, y el Fesh-Fesh Team de Albert Llovera.
Nasser Al Attiyah, triple ganador del Dakar e invicto esta temporada, se presenta como líder del clan Toyota, que llega a la prueba con un Hilux altamente modificado, confiado también a Giniel De Villiers y a Yazeed Al Rajhi. Sébastien Loeb y Nani Roma podrían beneficiarse del nuevo reglamento para apuntar a lo más alto de la clasificación, si las mejoras aportadas por BRX al Hunter resultan ser eficaces.
Los coches que llevan demostrando su solidez técnica desde hace años podrían aprovechar la situación, como por ejemplo X-Raid con Jakub Przygonsky o incluso estructuras menos acostumbradas a los honores, que podrían cosechar algún éxito, aunque fuera en menor medida.
En materia de pronósticos, para designar a un gran favorito siempre se puede apostar por Stéphane Peterhansel. Desde su primera victoria en motos en 1991, "Mr Dakar" ha cosechado 14 trofeos en 29 participaciones, una tasa de éxito que roza el 50%, ¡siendo su último episodio victorioso el título de 2021! Sin embargo, en esta ocasión se impone cierta cautela ante el reflejo habitual: Peterhansel no ha perdido su dominio del volante, ni de la navegación y llega con el mismo ímpetu, pero se lanza a una aventura que él mismo ha definido como "su mayor reto". Audi ha asumido el proyecto de construir y desarrollar un primer vehículo con un motor alternativo capaz de ganar el Dakar en una visión a medio plazo. La marca alemana ha fichado como estrellas principales a Stéphane Peterhansel y a Carlos Sainz y se fija el objetivo de apuntar alto muy rápido con el RS Q e-tron, sin tampoco precipitarse. La historia de la disciplina nos muestra que los más ambiciosos rara vez han conseguido el éxito en el primer intento con tecnologías tradicionales: los ejemplos más recientes son los de Volkswagen y Peugeot. Razón de más para ser pacientes cuando se quiere llevar a cabo una revolución tecnológica.
La gran incógnita de la fiabilidad y el rendimiento de Audi hace que todas las miradas se giren hacia Toyota, que se ha labrado la reputación de una asombrosa constancia técnica en los años que ha empleado su Hilux. Sin embargo, el trío a la cabeza, conformado por Nasser Al Attiyah, Giniel De Villiers y Yazeed Al Rajhi, no tendrá las cosas fáciles. El cambio de reglamento que les permite, por ejemplo, contar con neumáticos más grandes (¡se acabó la pesadilla de los pinchazos continuos, Nasser!), así como con un recorrido de suspensión mayor ha conllevado la introducción de modificaciones importantes. En la línea de salida estará presente un vehículo que apenas ha recorrido algunos cientos de kilómetros en competición desde su primera salida en Marruecos. Sus rivales del Team BRX, que se estrenaron por todo la alto el año pasado, están en una situación similar. Misma causa, mismos efectos: la adaptación a la nueva categoría T1+ ha supuesto más pruebas que carreras. Sin embargo, Sébastien Loeb, Nani Roma y, por qué no, Orly Terranova acuden a la prueba para mejorar su quinta posición, obtenida por el antiguo campeón español el pasado mes de enero.
En este contexto, los Buggys del team X-Raid, ganadores de las dos últimas ediciones, se alzan como un valor seguro en la pugna por el título. Además, hay que tener en cuenta que se ha confiado uno de los dos a Jakub Przygonsky, asiduo al Top 5 desde su paso a los coches (4º en 2019 y 2021). Con este Buggy, el ganador ruso del Silk Way Rally Denis Krotov o el argentino Sebastian Halpern (9º en 2018) pasan a la gama superior, lo que podría propulsarles cerca del podio final. La incertidumbre reinante acrecienta también la ambición de las estructuras que rara vez entran en la batalla por los primeros puestos, pero que podrían aprovechar la ocasión para alcanzar el Top 5. Y no son pocos los posibles candidatos: el checo Martin Prokop, sexto en 2019 con su proto Ford, con suficiente experiencia ahora para apuntar más alto con el team Orlen; Mathieu Serradori aspira también al Top 5 con su buggy Century CR6; el team Abu Dhabi Racing se puede fijar igualmente ese objetivo con Cyril Despres y Sheikh Khalid Al Qassimi con dos DKR 3008 PH-Sport; Christian Lavieille lidera con entusiasmo (y con Johnny Aubert como copiloto) al equipo Optimus de MD Rallye Sport; Guerlain Chicherit desea volver al Top 10, esta vez con un vehículo que emplea un biocarburante... No faltan voluntarios ni merecedores... pero no habrá sitio para todos en el Top 10.
La lista de inscritos en la categoría motos augura duelos o batallas igual de emocionantes. Uno de los grandes favoritos será Kevin Benavides y su KTM, ganador del Dakar 2021, aunque tendrá que confirmar su estatus en enero frente a su compañero de equipo Matthias Walkner, campeón del mundo de las temporadas 2015 y 2021 y frente a antiguos ganadores del Dakar con motos austriacas, Toby Price y Sam Sunderland. Honda tampoco se quedará con los brazos cruzados y estará bien presente de la mano de Ricky Brabec, así como de su nuevo compañero en el equipo Pablo Quintanilla, con sus títulos de 2016 y 2017. Tanto unos como otros deberán hacer todo lo posible por lograr un buen resultado en las pistas y en las dunas saudíes, si desean conservar todas sus opciones.
La voluntad de medirse en un torneo a lo largo de todo el año concierne ante todo a los campeones, pero el rally raid también abre el apetito a pequeñas estructuras no oficiales que avanzan por el mismo terreno y que también participarán en la batalla. Las categorías T3 y T4 se prestan a su vez a confrontaciones en las que pueden destacar los amateurs. Los "Prototipos ligeros" de Cristina Gutiérrez (OT3-RedBull) o de Chaleco López (CanAm-South Racing) deberán mantener a raya a candidatos como Jean-Luc Pisson (PH-Sport) o Annett Fisher (Yamaha), listos para medirse en las 5 pruebas. En SSV, tampoco le faltarán rivales a Austin Jones (CanAm-South Racing) que tendrá que controlar a pilotos con vehículos equivalentes como el italiano Eugenio Amos o el joven lituano Rokas Baciuska.
Por último, el lanzamiento de esta nueva fórmula le brinda a la FIA la ocasión de crear una categoría propia para camiones, para la que se ha diseñado un nuevo reglamento. Dos equipos se posicionan como pioneros para impulsar la competición: el Big Shock Racing Team, con el checo Martin Macik a la cabeza, y el Fesh-Fesh Team de Albert Llovera.