Es que este país no termina de desterrar eso de las comisiones. Y que quede claro que no son las comisiones dinerarias, pues de esas no es el tema. Se trata de esas otras comisiones, por las cuales cuando algo no se puede arreglar, no que quiere aclarar, no se pretende solucionar, la mejor solución es crear una comisión.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, afloran medios como los chuchangos con las primeras lluvias y eso es difícil de parar y controlar, no se le pueden poner puertas al campo y menos a los tramos cronometrados, a los eventos deportivos al aire libre y a todo aquello en los que no sean recintos cerrados y por tanto, no se les puede hacer pasar o por caja o por la preceptiva acreditación.
Otra cosa es que por parte de los responsables de prensa de las distintas pruebas marquen el territorio de trabajo. No es necesario grandes alardes. Simplemente facilitar las cosas. El acceso a unas verificaciones no debe ser coto cerrado. El trabajo en una rampa de salida o llegada no debe ser campo de batalla entre fans, vip o agregados en contra de los fotógrafos y cámaras de tv.
Y por supuesto, reglar un deporte de riesgo como este con medidas adecuadas amparadas, sobre todo, con los correspondientes seguros que amparan la necesidad de una licencia, acreditación o como lo quieran llamar. Este deporte vive de la promoción del mismo, y en época de crisis no viene mal que todos echemos una mano para su divulgación, pero todo tiene que tener un orden. Pero un orden preestablecido no para crear un posterior resumen de cuantas acreditaciones se registraron, si no que quienes tengan esas acreditaciones sean realmente los que van a trabajar, divulgar y engrandecer este deporte y no quienes, por las causas que sean, las tengan sin merecerlo.
Dio de mucho más esa recuperada reunión con la prensa por parte de la FALP que, aunque estando en funciones, está moviendo algunos hilos importantes, quizás el más destacado el intento de conseguir un local en el Estadio de Gran Canaria como sede cómoda a la hora de gestionar cualquier cuestión relacionada con el ente federativo. La papa caliente le queda ahora a la Federación Canaria, que deberá buscarse acomodo de ser cierto que se consigue sin gastos la sede para la provincial.
En resumen, un acercamiento que puede ser positivo para vernos las caras de vez en cuando y cambiar impresiones. La utopia sería volver a tiempos remotos, en los que la reunión servía para hacer vida social en torno a un deporte. Eso ya se perdió y creo imposible recuperarlo. Pero bueno, quizás si creamos otra comisión para recuperar el espíritu de Mariana de Pineda, igual si.
Con la llegada de las nuevas tecnologías, afloran medios como los chuchangos con las primeras lluvias y eso es difícil de parar y controlar, no se le pueden poner puertas al campo y menos a los tramos cronometrados, a los eventos deportivos al aire libre y a todo aquello en los que no sean recintos cerrados y por tanto, no se les puede hacer pasar o por caja o por la preceptiva acreditación.
Otra cosa es que por parte de los responsables de prensa de las distintas pruebas marquen el territorio de trabajo. No es necesario grandes alardes. Simplemente facilitar las cosas. El acceso a unas verificaciones no debe ser coto cerrado. El trabajo en una rampa de salida o llegada no debe ser campo de batalla entre fans, vip o agregados en contra de los fotógrafos y cámaras de tv.
Y por supuesto, reglar un deporte de riesgo como este con medidas adecuadas amparadas, sobre todo, con los correspondientes seguros que amparan la necesidad de una licencia, acreditación o como lo quieran llamar. Este deporte vive de la promoción del mismo, y en época de crisis no viene mal que todos echemos una mano para su divulgación, pero todo tiene que tener un orden. Pero un orden preestablecido no para crear un posterior resumen de cuantas acreditaciones se registraron, si no que quienes tengan esas acreditaciones sean realmente los que van a trabajar, divulgar y engrandecer este deporte y no quienes, por las causas que sean, las tengan sin merecerlo.
Dio de mucho más esa recuperada reunión con la prensa por parte de la FALP que, aunque estando en funciones, está moviendo algunos hilos importantes, quizás el más destacado el intento de conseguir un local en el Estadio de Gran Canaria como sede cómoda a la hora de gestionar cualquier cuestión relacionada con el ente federativo. La papa caliente le queda ahora a la Federación Canaria, que deberá buscarse acomodo de ser cierto que se consigue sin gastos la sede para la provincial.
En resumen, un acercamiento que puede ser positivo para vernos las caras de vez en cuando y cambiar impresiones. La utopia sería volver a tiempos remotos, en los que la reunión servía para hacer vida social en torno a un deporte. Eso ya se perdió y creo imposible recuperarlo. Pero bueno, quizás si creamos otra comisión para recuperar el espíritu de Mariana de Pineda, igual si.