Una incidencia técnica interrumpe el buen Dakar de Eduard Pons y Jaume Betriu en la primera parte de la etapa reina, íntegramente sobre dunas.
El equipo ilerdense está en el campamento “A” de la especial, situado en el kilómetro 193 de los 547 totales, desde donde este viernes intentará completar el recorrido de la sexta etapa.
“Hemos tenido problemas de turbo, pero hemos conseguido llegar al primer campamento. Estamos muy retrasados, pero seguimos en carrera”.
El equipo Pons Rallysport ha vivido en sus propias carnes, este jueves, lo duro que puede ser el Dakar cuando las cosas se tuercen. Un problema mecánico en la sexta especial, la primera parte de la crono de 48 horas, ha interrumpido la buena actuación de Eduard Pons y Jaume Betriu en la prueba faro de la especialidad del rally-raid. En su primer Dakar juntos, ocupaban una magnífica novena posición absoluta en la general de SSV después de cinco etapas disputadas. Ahora su objetivo pasa a ser seguir adelante e intentar completar la carrera.
La crono de 48 horas es la etapa reina del Dakar, con un recorrido íntegramente sobre dunas y chotts (lagos secos) en el desierto del Empty Quarter (lugar vacío). La especial de 547 kilómetros se disputa a lo largo de dos jornadas, con una media parte en alguno de los siete campamentos distribuidos por la misma, donde los equipos pasan la noche antes de reemprender la crono al día siguiente. Pons y Betriu esperaban el reto con muchas ganas de imprimir su ritmo y surfear por las dunas, pero la mecánica ha decidido cortarles las alas y convertir su carrera en una odisea.
Todo ha empezado en el kilómetro 100 de la especial. “Hemos tenido problemas de turbo. No sabemos qué pasa, pero después de pelear durante cinco horas y cambiar mil cosas, ha vuelto a funcionar... durante 10 kilómetros. Es un problema intermitente, porque ha vuelto a fallar, ha arrancado, ha fallado otra vez, y así hemos ido tirando hasta llegar al primer campamento”, explica Pons.
Pero eso no es todo. El campamento “A” (“breakzone” en el argot de la organización) está en el kilómetro 193 de la especial. Por lo tanto, Pons y Betriu tendrán que recorrer otros 354 kilómetros de dunas cuando reanuden la especial este viernes por la mañana. Para ellos, la segunda parte de la crono de 48 horas será otra odisea, con muchísimas horas de conducción y navegación por delante, si la mecánica los respeta. “Estamos muy retrasados, pero seguimos en carrera”, asevera el veterano piloto de rallyes, haciendo gala del pundonor de un auténtico dakariano.
El equipo ilerdense está en el campamento “A” de la especial, situado en el kilómetro 193 de los 547 totales, desde donde este viernes intentará completar el recorrido de la sexta etapa.
“Hemos tenido problemas de turbo, pero hemos conseguido llegar al primer campamento. Estamos muy retrasados, pero seguimos en carrera”.
El equipo Pons Rallysport ha vivido en sus propias carnes, este jueves, lo duro que puede ser el Dakar cuando las cosas se tuercen. Un problema mecánico en la sexta especial, la primera parte de la crono de 48 horas, ha interrumpido la buena actuación de Eduard Pons y Jaume Betriu en la prueba faro de la especialidad del rally-raid. En su primer Dakar juntos, ocupaban una magnífica novena posición absoluta en la general de SSV después de cinco etapas disputadas. Ahora su objetivo pasa a ser seguir adelante e intentar completar la carrera.
La crono de 48 horas es la etapa reina del Dakar, con un recorrido íntegramente sobre dunas y chotts (lagos secos) en el desierto del Empty Quarter (lugar vacío). La especial de 547 kilómetros se disputa a lo largo de dos jornadas, con una media parte en alguno de los siete campamentos distribuidos por la misma, donde los equipos pasan la noche antes de reemprender la crono al día siguiente. Pons y Betriu esperaban el reto con muchas ganas de imprimir su ritmo y surfear por las dunas, pero la mecánica ha decidido cortarles las alas y convertir su carrera en una odisea.
Todo ha empezado en el kilómetro 100 de la especial. “Hemos tenido problemas de turbo. No sabemos qué pasa, pero después de pelear durante cinco horas y cambiar mil cosas, ha vuelto a funcionar... durante 10 kilómetros. Es un problema intermitente, porque ha vuelto a fallar, ha arrancado, ha fallado otra vez, y así hemos ido tirando hasta llegar al primer campamento”, explica Pons.
Sin embargo, el peculiar formato de esta etapa complica todavía más las cosas para el equipo Pons Rallysport, porque entre las dos partes de la crono no disponen de asistencia. Así pues, sólo pueden revisar y reparar el Can-Am Maverick X3 con sus propios medios. “De momento, ahora sigue funcionando”, aventura el piloto de Lleida, cruzando los dedos.
Pero eso no es todo. El campamento “A” (“breakzone” en el argot de la organización) está en el kilómetro 193 de la especial. Por lo tanto, Pons y Betriu tendrán que recorrer otros 354 kilómetros de dunas cuando reanuden la especial este viernes por la mañana. Para ellos, la segunda parte de la crono de 48 horas será otra odisea, con muchísimas horas de conducción y navegación por delante, si la mecánica los respeta. “Estamos muy retrasados, pero seguimos en carrera”, asevera el veterano piloto de rallyes, haciendo gala del pundonor de un auténtico dakariano.